Tocar las bolas, o cómo desconectarse echando unas partiditas a juegos de usar y tirar

¿A veces no te pasa que estás hasta las narices de escuchar a la parienta? ¿O a tu madre? ¿No soportas la nauseabunda programación televisiva, con la Patiño como abanderada y su estúpidamente insultante "pues gente que conozco me ha contado..."? ¿Acabó la temporada de fútbol y no eres nadie hasta que vuelva a empezar? ¿Piensas que un libro es un artefacto arcano empleado por los alquimista del siglo xiv? ¿No te llega para comprarte la Xbox 360? ¿O, simplemente, necesitas un cambio de contexto? Pues nada más inteligente para evitarse estrés innecesario y cotidiano que echarse una partida a alguno de los cientos de miles, elevados a un gúgol, de juegos gratuitos que hay para los jugadores casuales, sea mi caso.

En este segundo artículo, de lo que empieza a perfilarse como una serie sobre juegos ligeros para jugadores casuales, voy a presentar dos juegos que se basan en tocar las bolas (en un ejercicio libre del uso del término "tocar"). Balls y Cheveree, ambos de GrassGames, juegos que basan su fortuna en ejercitar reflejos con las bolas. El primero, uno sencillo en que una partida puede durar mucho tiempo -siempre partiendo del nivel más sencillo-, es muy recomendable para desperdiciar una hora (o más) relajándose, en lugar de atacar a la suegra con la minipimer.

El segundo, Cheveree, es mucho más complicado de digerir. Tras quince minutos de juego, en el nivel más sencillo imaginable, terminé de los nervios -cón pérdida generalizada del cabello- porque no había forma de terminar la más sencilla de las rondas. Habría que meter al que ingenió el sistema, por algún orificio cuyo nombre no cabe mención en esta entrada, cada una de las bolas que sobra en el juego.

Lo dicho, no desperdicies la oportunidad de echarte una partida a estos juegos de usar y tirar. Te harán mejor persona... Puede que en tu caso, simplemente, eviten que te conviertas en peor, que ya es un logro.

Sí, ambos están para Mac y para Windows.