viernes, 17 de octubre de 2008

VMWare para mí, VMWare para ti, VMWare para él...

Hace una semana corrí el riesgo de poner mi cordura en tela de juicio al instalar VMWare en mi Mac. Sin embargo, más allá de 'perder dos dados de veinte de cordura' en el proceso, me está permitiendo retomar algunas cosas -proyectos personales básicamente- que tenía total y absolutamente aparcados. Al menos me permite retomarlos mientras, y aseguro que ese es mi firme propósito, voy rehabilitando mis hábitos -valga la redundancia- y costumbres a los entornos de trabajo de Mac. Mientras tanto, y aunque eso signifique retrasar esa meta, voy a seguir llevando a cabo prospecciones de conocimiento en algunos tópicos que me interesan. Por supuesto hablo de Programación, en mayúsculas.

Si ya sabes qué es esto de la virtualización y lo has experimentado en primera persona, entonces no hay mucho que contarte al respecto y tal vez te pueda interesas (o no) mi experiencia. Si no sabes qué es, entonces tampoco es esta tu entrada, porque no te lo voy a explicar. Hay documentación de sobra en Internet que te lo explicará mejor de lo que pueda hacerlo yo. Yo voy a hablar de mi experiencia y de lo que infiero de ella. Si es que infiero algo, claro.

Como tengo un monitor de 24", y apoyado en Spaces, puedo dejar VMWare en una ventana conteniendo (en el amplio sentido de la palabra) el Windows XP. Gracias a los 1900 puntos de ancho aún tengo espacio para muchas cosas dentro del propio Windows. Y gracias a spaces puedo tener un escritorio virtual solito para él. Incluso asignar que automáticamente vaya a ese espacio cuando arranque VMWare. Nada nuevo para los que hemos trabajado con escritorios Linux.


Algo que me ha llamado la atención positivamente es que en el Core 2 Duo de 3,06 GHz que tiene el iMac, aún con la máquina virtual en marcha y realizando algunas cosillas 'normales', el uso de CPU no pasa de un 15%, quedando por debajo en muchos casos. Y estoy contando en ese tanto por cierto de ocupación también el resto de aplicaciones Mac que tuviera abiertas y desperdigadas por los diferentes escritorios. Pero no es oro todo lo que reluce y el arranque del sistema operativo Windows dentro de la máquina virtual es un proceso que casi congela el resto de tareas que tenga en Leopard. Al menos durante veinte o treinta segundos. Y eso sin contar que alguna vez VMWare me ha dado un poquito por saco, dejando algunas aplicaciones con funcionamiento 'rarito' tras hacer algo especialmente pesado. La más curiosa fue con el Firefox, versión Mac, que tras entrar y salir del Unify de VMWare repintaba las páginas como le salía del pepino. Hasta que no forcé la salida de la aplicación no hubo forma de conseguir que las pestañas cuadrasen.

Debo decir que es una soberana tontería ponerse a trabajar 'en serio' con VMWare y Windows con solo 2 GB de memoria RAM, que es lo que trae mi iMac de serie. Estoy esperando a ampliar en cualquier momento, pero por ahora le tengo asignados 512 Mb a la máquina virtual. Y es muy poco (pero realmente muy poco) para los entornos de programación como el Visual Studio 2008. El SharpDevelop se desenvuelve mejor, pero no mucho mejor.

Una funcionalidad que me ha encantado de VMWare es la posibilidad de mantener las ventanas de las aplicaciones Windows integradas en el propio entorno de Mac. VMWare llama a esto Unify, lo que en Parallels llaman Coherence. En la siguiente captura se puede apreciar, tras un gran ejercicio de imaginación, una ventana de una aplicación Mac entre dos ventanas de aplicaciones Windows. Como curiosidad reseñar que en el modo Unify, las aplicaciones iniciadas dentro del Windows muestran un icono en el Dock como las nativas.


La gestión de 'instantáneas' es una herramienta muy cojonuda. El poder retroceder el estado de la máquina a un instante anterior es algo que se agradece mucho. En la configuración de VMWare puedes indicar si quieres que el propio sistema haga una instantánea cada cierto tiempo. Es algo muy recomendable, como digo. Especialmente si tienes en mente hacer alguna instalación que pudiera resultar en el sufrimiento y extinción de una raza en algún punto de la galaxia.

Una cosa que me desagrada y con la que a veces hay que tener especial cuidado es con la conexión de dispositivos USB, que entre el Mac y el Windows empiezan a pelearse por ver quién se hace con el control del mismo. Como conecte el iPod teniendo la máquina virtual en marcha, ya no puedo sincronzar la biblioteca de canciones de iTunes.

Por último reseñar que la integración a nivel de compartición de carpetas es la esperada de este tipo de productos. Puedes acceder a las carpetas que indiques entre un sistema y otro y te permite, en una vuelta de tuerca más bien mercantil, montar unidades VMWare que no estén en ejecución para urgarles las entrañas en busca de vete tú a saber qué.

Por cierto, antes de hacerlo con VMWare intenté montármelo -sí, sé que suena fatal- con Parallels. Pero la demo de 30 días que ofrecen en la Web me provocó el único 'Kernel Panic' que he visto hasta la fecha en mi precioso iMac. Acojonaíto me quedé.

Aunque para lo único que de momento tengo previsto usar VMWare y Windows es para Programar (sí, sí, en mayúsculas), pero leyendo las características del producto me pasa por la cabeza poner a prueba ese 3D acelerado que anuncian a los cuatro vientos y echarme una partidita al 'Age of Empire II', como hacía en los viejos tiempos.

Anímate y pruébalo. No tengas miedo a tus amigos maqueros que te mirarán mal si se enteran. Ellos, en el fondo, también lo hacen a escondidas, cuando van al baño y se ponen a juguetear con estas cositas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo usé una vez el Parallels para ver como se veía la bitácora con IE6 e IE7 pero lo desinstalé sobre la marcha. Por suerte no programo, salvo que aceptemos el lenguaje visual de Automator como programación. En mi trabajo nos costó insistir pero finalmente consiguieron que el correo corporativo se pueda ver desde Firefox y entornos no-ventanas y ahora ya ni tengo que arrastrar el portátil desde la oficina si algún día he de leer el correo. Ayudó bastante en esta tarea que la mayoría del departamento de IT tengan Macs en casa.

Uno+Cero dijo...

Por suerte, o por desgracia, yo acabé trabajando durante años en .NET, que me 'obliga' a usar ventanas. Cierto que el universo va entrando en razón y cada vez hay más productos y proyectos que se orientan hacia La Nube, siendo independientes de sistemas operativos. Los más visionarios, incluso, los independizan del navegador, lo que hace que el 'ventanas' vaya perdiendo terreno cada vez más rápido. Pero la 'trastienda' debe seguir siendo programada en algún lenguaje más orientado a sistemas, y en ese terreno aún el que domino son los de .NET. Pero tiempo, nada más que tiempo...