jueves, 27 de septiembre de 2012

Uno para todos y todos para uno

Lo mío con las bitácoras, o como ya reconoce la Read Academia de la Lengua Española, los blogs, ha sido siempre particularmente raro. He tenido y mantenido, al menos durante un breve espacio de tiempo, varios blogs desde finales de 2004, en lugares diversos. Los primeros duraron poco. No saber de qué hablar hace que uno viaje a la deriva y, finalmente, acabe no reconociéndose en lo escrito o, mejor dicho, no sintiéndose plenamente a gusto viendo los restos que deja. Uno de los más notorios que mantuve, durante más tiempo además, fue el de encefalogramaplano en La Coctelera. De él ya no queda más que alguno de los comentarios que hice en su nombre en otras bitácoras y la presentación en sociedad que me hiciera el amigo AdAstra (ahora en AdAstraFork ()). Si ponen en el buscador de buscadores encefalogramaplano lacoctelera seguro que el resultado serán enlaces a muchos de los comentarios que dejé por aquel entonces. Ese era anónimo. Luego dejó de serlo y acabé creando otro con mi nombre. Pero duró poco y acabé eliminando los dos. Del tiempo de La Coctelera guardo muy gratos recuerdos. Aquello era más una red social que una bitácora. Acababas haciendo amistad con gente muy dispar e, incluso, llegué a conocer en vivo y en directo a unos cuantos cuando empecé a trabajar en Madrid en 2007. En especial recuerdo a Nick Furia y a María, de los que ya no he vuelto a saber nada nunca más. Mucho de lo que conté entonces lo volvería a contar en Uno+Cero, y el resto en realidad tampoco me parece especialmente interesante. Al menos no recuerdo que lo fuera. Aunque sí hay una entrada que lamento haber borrado entonces. Fue cuando me enteré fortuitamente leyendo el periódico de la muerte de la que fuese una buena amiga en el último curso del instituto. Ese texto fue escrito con bastante pena y lamento no haberlo conservado.

Realmente no era mi intención ponerme a hablar de aquellos tiempos. Tampoco tengo muy claro a qué se debe, pero al final siempre acabo derivando en temas que no vienen al caso. Simplemente quería dejar constancia de que soy muy caprichoso con los blogs. Queda igualmente reflejado en la manía de mantener hasta la fecha tres (algún otro lo he acabado eliminando, Ley Sinde medianta). Pero estoy cansado. No, no, tranquilos —o lo siento por el que se haya hecho ilusiones—, no voy a borrar este. Ni los otros. De momento. Bueno, los otros probablemente sí. Y este también. Pero eso será en un futuro que se me antoja distante. Desde hace casi dos años tengo un dominio propio y hosting que apenas uso y pienso cambiar mi blog personal a mi plan de alojamiento, que para eso lo pago. Pero lo dicho, eso será en un futuro distante y cuando decida sobre qué plataforma lo haré. Mientras tanto, como primer paso hacia la migración final, y porque estoy harto de tener tres y andar pensando dónde colocar qué para mantenerme fiel a los principios fundacionales de cada cual, he decidido importar e incorporar el contenido de los otros dos dentro de este, el que considero principal. A partir de hoy mantendré solamente Uno+Cero. Todo el contenido de Apuntes de un pepino y los Retales de sabiduría quedan desde hace un rato incorporados en él. Para las primeras he usado la etiqueta «nota breve», mientras que para las segundas queda «perla de sabiduría». Los comentarios también los he migrado.

Ahí queda.

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